ACTIVIDADES

Conciertos de música del Emperador. Coro de Cámara de Madrid y La Danserye

Monasterio de San Jerónimo de Yuste, 24 de septiembre de 2022.

La Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste inició en el año 1997 un conjunto de conciertos con el objetivo de “arraigar” en Extremadura un ciclo musical relacionado con la época de Carlos V, reivindicando de esta forma el patrimonio cultural europeo y su historia como principal motor del proceso de construcción e integración europea.

El presente programa reúne diversas obras en torno a la figura de Carlos I de España quien, siendo príncipe, recibió una educación acorde con las corrientes humanistas en una corte acostumbrada al lujo y los fastos, donde la música era una poderosa máquina propagandística. Aprendió a usar el arte sonoro al servicio de su imagen y, para ello, buscó para su capilla musical a los mejores compositores.

En 1517 se proclamó rey de España. Llevó consigo su capilla flamenco-borgoñona y trajo así a la península el nuevo lenguaje europeo. Para la ejecución de música instrumental creó una nueva capilla de ministriles con músicos españoles. Ambas lo acompañaron en sus viajes por Europa, como si de un adorno de su poder se tratara. Chirimías, cornetas o sacabuches, como los utilizados por el Ensemble La Danserye, acompañaban los fastos que se celebraban. Además, su matrimonio en 1526 con Isabel de Portugal acrecentó la presencia musical en la corte, dando entrada también a músicos portugueses. Carlos I influyó así poderosamente sobre la música al imponer sus gustos.

En nuestra propuesta musical adquiere gran protagonismo la obra del compositor Josquin Desprez, así como las obras de algunos de los compositores más representativos de la escuela franco-flamenca. En los primeros años del quinientos, estos músicos consiguieron establecer un estilo polifónico vocal internacional común para toda Europa. Además, se ofrecen algunas obras de Cristóbal de Morales como paradigma, en la península, del punto de encuentro entre el nuevo estilo internacional –que recoge las influencias de Josquin–, los rasgos propios de la música española y un extraordinario lenguaje propio.

Josquin es una figura de gran magnitud y merece estudiarse en profundidad. Conocemos poco de su biografía y su catálogo está plagado de dudosas atribuciones. De hecho, el motete Absalon fili mi, de Pierre de la Rue, estuvo atribuido a Josquin durante mucho tiempo. Con nuestra propuesta queremos subrayar la influencia que ejerció con sus obras en la música europea y, en particular, en la corte de Carlos I.

Siendo muy diferentes entre sí, tanto en el motete Dominus regnavit como en las dos chansons Mille regretz y Déploration sur la mort de Jean Ockeghem podemos rastrear una interesante carga emocional, un uso dramático de los textos y un dominio absoluto de las nuevas técnicas compositivas: la homofonía y el contrapunto imitativo.

Mención especial merece la chanson Mille regretz. No sabemos si Carlos I conoció a Josquin ni las motivaciones concretas que inspiraron la denominada “canción del Emperador” –sobrenombre debido a la predilección que el monarca sentía hacia ella–, pero podemos afirmar que dicha predilección la hizo enormemente popular e inspiró un sinfín de composiciones. Su expresividad y la forma de plasmar en ella el sentimiento son las huellas de Josquin que podemos rastrear en todas las piezas de nuestro programa. De ello dan buena cuenta también Absalon fili mi de Pierre de la Rue, y el motete Tota pulchra es de Nicolas Gombert.

La figura de Cristóbal de Morales también está siendo revisada. En la actualidad se le considera uno de los compositores españoles más importantes de la primera mitad del siglo XVI. Se trata, de nuevo, de un claro testimonio de la influencia de Josquin más allá de su propia época.