COMUNICACIÓN

Un Congreso internacional analiza el legado de los “Doce Apóstoles de México” como prototipo de la herencia de España en América

Académicos, expertos y especialistas de España, Italia y México se han reunido durante cuatro días en un congreso científico y académico con el objetivo de interpretar y descubrir las huellas del legado de los llamados “Doce Apóstoles de México” en la sociedad actual.  Estos intelectuales, reunidos por la Fundación Academia Europea e Iberoamericana de Yuste y la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes han tratado de poner en valor a través de sus ponencias y comunicaciones el valor humanístico, social, político, cultural y religioso de los doce franciscanos que viajaron desde el convento extremeño de Belvís de Monroy a México, pasando a la historia como prototipo de lo mejor de la herencia de España en América. (26/10/2024)

Este Congreso, al que se han inscrito más de trescientas cincuenta personas, se celebrado en Guadalupe, Cáceres y Belvís de Monroy, con el objetivo de conmemorar la fecha en la que doce hombres franciscanos, descalzos y enarbolando la bandera de la pobreza, llegaron a Nueva España con una mirada serena y con libertad de pensamiento, entendiendo la historia como un proceso de avance y de progreso.

En el acto de clausura, celebrado hoy en el convento de San Francisco del Berrocal en Belvís de Monroy, lugar desde el que partieron en 1524 doce frailes franciscanos para evangelizar en Nueva España, ha intervenido el alcalde de Belvís, Fernando Sánchez quien ha reivindicado que el convento se convierta en un espacio vivo que acoja actividades que sirvan para unir las dos orillas del Atlántico.

Para el director de la Fundación Yuste, Juan Carlos Moreno la celebración de este congreso ha contribuido a hacer público el papel desempeñado por España en América “con sus errores y tropelías, pero también con sus aciertos entre los que se encuentra ser portadores del mensaje evangélico”. En este sentido ha aludido a la labor de los franciscanos como protectores de los pueblos nativos y de sus derechos frente a los abusos de los gobernantes”.

La directora de la Rea Academia de las Letras y las Ciencias, María del Mar Lozano, por su parte, ha manifestado su satisfacción por el extraordinario seguimiento de las jornadas y por los contenidos expuestos que serán recogidos en un libro que se publicará próximamente.

El secretario general de Cultura de la Junta de Extremadura, Francisco José Palomino ha agradecido a las instituciones organizadoras la celebración de este congreso y ha afirmado que el convento seguirá vivo.

Durante las jornadas se han recordado a las distintas personas que en 1986 sacaron del anonimato en Extremadura a los doce frailes franciscanos que salieron del convento de Belvís de Monroy, como fue el caso del primer arzobispo de Extremadura, Antonio Montero, y el promotor de la reforma del convento, el expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, entre otras personas.

A lo largo del congreso se ha destacado el papel de los religiosos como mediadores culturales, y la labor de las misiones franciscanas como centros de evangelización y puntos de encuentro entre los colonizadores europeos y las comunidades indígenas mesoamericanas. También se ha puesto de manifiesto el interés de los franciscanos por los asuntos políticos y sociales del virreinato novohispano a través del análisis de la correspondencia entre la corona española y “los Doce”. Además, se ha hecho referencia a la preferencia de Hernán Cortés por la orden franciscana para comprender la sociedad en el territorio mexicano, destacando también la proyección humanizadora de los monjes al conseguir un mayor acercamiento, protección e integración de las poblaciones indígenas sometidas a abusos y extorsiones por parte de los gobernantes.

El congreso ha servido para actualizar las últimas investigaciones sobre la importancia del franciscanismo en Extremadura durante la segunda mitad del siglo XVI, ya que muchos de los primeros franciscanos en México eran extremeños que trasladaron a América sus características fundamentales: la pobreza evangélica y, de manera particular, a partir de 1492, la pasión evangelizadora que ya mostraron tanto en la recién conquistada Granada como en Extremadura, cuya población atravesaba una situación desfavorable. Todas las ponencias y comunicaciones se recogerán en un libro.