Las Facultades de Teología, Derecho Canónico y Filosofía de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), en colaboración con la Fundación Academia Europea de Yuste, han inaugurado los ‘Diálogos de Yuste III’ titulados ‘Religión, sociedad secular y violencia’ con la presencia de la rectora, Mirian de las Mercedes Cortés Diéguez; la coordinadora de la Fundación, Mª José Muriel Santurino, y el prior del Real Monasterio de San Jerónimo de Yuste, P.Pablo Stepkowski.
La Rectora de la UPSA ha destacado en su intervención la labor de la Fundación “para promocionar los genuinos valores europeos, la memoria y el patrimonio cultural de Europa». También expresó su agradecimiento a la Fundación Bancaria Caja de Extremadura por su apoyo al evento. Finalmente, la rectora ha concluído su intervención aludiendo a las palabras del Papa Pablo VI en su Encíclica Ecclesiam suam que hacen referencia a que «el diálogo es el nuevo nombre de la relación de la Iglesia con el mundo de hoy».
La coordinadora de la Fundación, por su parte, ha explicado que el programa Campus Yuste «incluye actividades formativas para debatir y reflexionar sobre temas del pasado, presente y futuro de la UE”, añadiendo que “la UE está basada en un sólido compromiso de defensa de los Derechos Humanos y esperamos que esta iniciativa aporte luz a estas cuestiones».
El prior del Real Monasterio de Yuste, P. Pablo Stepkowski, ha destacado el Real Monasterio como «un sitio perfecto para buscar preguntas y conseguir respuestas».
En la inauguración, el coordinador del evento y vicedecano de la Facultad de Filosofía, Jesús Conderana Cerrillo, ha destacado la vinculación de los ‘Diálogos de Yuste’ con la naturaleza de la UPSA al vincular “fe, cultura y vida, fomentando el diálogo abierto, así como la capacidad humana para alcanzar el bien y defender la grandeza de la libertad».
En el primer diálogo titulado ‘¿Puede desaparecer la violencia en una sociedad secular?’ ha intervenido el magistrado del Tribunal de Cuentas y profesor de Derecho Internacional Privado de la Universidad Complutense de Madrid, José Manuel Suárez Robledano quien se ha referido a la corrupción como “una forma de violencia”, añadiendo que la finalidad fundamental del derecho es mantener la paz social «eliminando situaciones de venganza, justicia privada y la centralidad de la reacción debe estar en un poder democráticamente elegido, legítimamente establecido y respetuoso con los derechos fundamentales», expresó. Suárez Robledano ha indicado también que para que exista un sistema democrático deben respetarse las minorías, y ha aludido al concepto de ‘Estado de Derecho’ en el que «el Derecho impone la paz para evitar conflictos inter-subjetivos personales que pueden dar lugar a mayor dosis de violencia”.
La directora de la Oficina de Cooperación Universitaria al Desarrollo y Voluntariado y profesora de Psicología Evolutiva de la Universidad de Extremadura, Inmaculada Sánchez Casado, explicó que las competencias que debe tener un ciudadano para vivir en un mundo sin violencia pasan por «la creatividad; adquirir una competencia intercultural; capacidad de manejar grandes cantidades de datos; minimizar el proceso deductivo y apostar por contenidos donde se intensifique la indagación; alfabetización de nuevas herramientas tecnológicas; autogestión de contenidos y evaluación de productos de los medios de comunicación».
La jornada ha continuado por la tarde con el segundo en el que se ha cuestionado ‘¿Se puede ofrecer la religión en la sociedad secular una contribución propia a la convivencia cívica?’. El decano de la Facultad de Derecho Canónico, Luis García Matamoro, ha afirmado que el «único derecho absoluto es el derecho a la libertad de pensamiento, a la conciencia y a la religión porque ahí radica la dignidad de la persona y nadie puede renunciar a ello». El decano dió paso a Monseñor Juan del Río, quien dividió la conferencia en el hecho religioso en la era de la globalización; la aportación de la religión a la convivencia pacífica y la instrumentalización de la religión. Para monseñor Juan del Río Martín, no hay que confundir la crisis espiritual de Europa con la sociedad global «No es la religión algo que se tenga o se deje de tener. La fe en Dios no es fuente de guerra, sino de paz», indicó. Sobre la instrumentalización de la religión, el arzobispo castrense ha hablado del fundamentalismo y del fanatismo y los ha identificado como «prácticas contrarias a la dignidad humana».
El segundo ponente que ha intervenido ha sido Jesús Málaga Guerrero, antiguo profesor de la UPSA, ex-alcalde de Salamanca y ex-subdelegado de Gobierno en la provincia de Salamanca. Málaga Guerrero ha hecho referencia a los problemas graves que afectan a la sociedad y a los distintos tipos de violencia como el maltrato a la mujer, refiriéndose también al papel de la mujer en la Iglesia. «El sexo femenino ha quedado relegado a una labor auxiliar en las religiones y no se comprende que en la Iglesia católica no existan mujeres en puestos directivos y de responsabilidad», afirmó, si bien «parece que el Papa Francisco ha dado pasos serios para revertir y corregir en parte esta marginación de la mujer en la Iglesia católica», indicó. El ex-alcalde se ha referido también a la violencia en la familia, en especial a los menores y bebés y a la pederastia en la Iglesia, destacando la “postura valiente” del Papa Francisco que “ha logrado sacar a la luz casos de pederastia ocultos en la Iglesia». El ponente también ha hablado de la violencia contra los ancianos y de otra violencia internacional como la que según él, representa al candidato republicano Donald Trump «con proclamas racistas y que considera a las mujeres y negros seres inferiores». Otro de los puntos a los que se ha referido el ponente es la marginación de los barrios periféricos porque, a su juicio, son «caldo de cultivo de una violencia latente y explícita muy difícil de erradicar».
Málaga Guerrero se ha referido también a la violencia en los centros penitenciarios y a un problema sin resolver como los enfermos mentales «un problema no resuelto en los países del primer mundo», aseguró. El profesor concluyó hablando de dos formas de violencia que se consideran nuevas: la ejercida contra los animales «los abandonos de los animales es indigno del ser humano» y, contra el patrimonio «son atentados a la cultura universal».
Finalmente hizo referencia a las guerras de las religiones señalando que siguen siendo una “pesadilla para la Humanidad, son las más duras y más difíciles de solucionar, porque el rencor y el odio queda agazapado», aseguró.