ACTIVIDADES
Schola Antiqua. Cisneros en su V Centenario
Real Monasterio de Yuste, 28 de octubre de 2017
La recreación litúrgica de una de las partes el Oficio Divino, una de las llamadas Horas Mayores, presenta una serie de problemas no sólo en cuanto a la interpretación en sí misma, sino por la elección de fuentes y por las dificultades de reconstrucción de lo que otrora fue común pero hoy, por desgracia, se cataloga como excepcional. La Hora de Vísperas, así lo atestigua la documentación conservada, ha sido de especial interés para los compositores de música vocal e instrumental. A partir del s. XVI podemos encontrar series completas de salmos para esta parte del oficio, o bien, colecciones de versos para órgano que suplían partes de la interpretación coral. La técnica de ejecución de la salmodia, columna vertebral sobre la que se articulan todas las horas canónicas, tenía distintas modalidades, dependiendo de la solemnidad litúrgica y de las posibilidades económicas de cada lugar: desde un sencillo canto llano, hasta la ejecución alternada de los versículos de los salmos (lo que se conoce como alternatim) unos en canto llano, otros con polifonía simple (fabordón) o con versos polifónicos más elaborados, versillos de órganos e incluso música instrumental a cargo de los ministriles. Ciertamente una ejecución en alternatim hacía más variado, rico y solemne el oficio vespertino. Pero nunca debe olvidarse que lo primordial era conservar el canto llano, testigo fiel del primitivo canto de la iglesia que supo acomodar su ejecución a cada uno de los momentos de la historia de la música.